Por fin se ha acabado este castigo, por fin se ha acabado la etapa Manzano, sin embargo nuestro querido ex técnico no ha querido irse sin dejarnos algún que otro recuerdo de su paso por el Manzanares.
No pretendo ir de "listillo", pero este desastre ya se veía venir desde que vimos el nombre de Manzano como nuevo entrenador del Atlético y es que cuando después de intentar contratar a cuatro técnicos te acaban colocando a un entrenador que no estaba ni en las quinielas como última opción, digamos, que no genera especial confianza. Y por si esto fuera poco, además este entrenador ya entrenó al equipo sin obtener resultados del todo satisfactorios. Y para colmo de colmos le pedimos a este entrenador de capacidades limitadas que tiene que formar un equipo con un varios jugadores nuevos que no se conocen y que no tienen experiencia en la Liga española.
Siendo justos, en inicio de temporada fue verdaderamente ilusionante, el primer partido frente al Osasuna pese a que no acabó con victoria, el Atlético firmo una gran actuación ante la afición y sin poder contar con los que a día de hoy nos parecen los pilares del equipo, sin Diego, sin Arda y sin Falcao y pese a esto jugamos a un gran nivel. Después llegó la derrota frente al Valencia y pese a la derrota y primera parte nefasta, los atléticos vimos que cuando entró Arda Turan, el equipo parecía otro y con la posterior entrada de Diego, el equipo, estuvo muy cerca de lograr el empate y esto generó en nosotros mucha confianza y fe en el equipo. Después de esto vinieron dos victorias apabullantes tanto en resultado como en el juego desplegado por el equipo y comenzamos a soñar y a creer en que por fin el Atlético volvería a recuperar su puesto como tercer equipo de España. Lamentablemente, vino el Barça y nos puso los pies en la tierra con una "manita" en el Camp Nou. A partir de ese momento no levantamos cabeza y nos pasamos cinco jornadas sin ganar, una victoria frente al Zaragoza y el punto de inflexión para la afición de cara a Manzano, la derrota frente al Getafe. Este, fue un partido de los que te avergüenzan realmente, de los que al día siguiente te da pereza salir a la calle para defender a tu equipo de todas las burlas y mofas que recibe por cualquiera que estuviera al tanto de lo sucedido esa noche en el Coliseum. Y es que ya perder frente al Getafe que es un equipo al que supuestamente deberíamos ganar con facilidad, perdemos contra un Getafe que cuenta con un jugador menos desde el minuto 28 de la primera parte y además de esto con un gol de penalti en contra al minuto siguiente, fue una humillación en toda regla.
Pese a los malos reultados, la directiva, seguía apoyando a Manzano, cosa incomprensible a ojos de los aficionados colchoneros. Por fin, conseguimos los tres puntos frente al Levante pero en esta ocasión algunos seguidores atléticos se llevaron un mal sabor de boca ya que deseaban un pinchazo del equipo para echar definitivamente a Goyo. Después, perdimos un partido polémico contra el eterno rival, el Real Madrid. La jornada siguiente jugamos otro derbi, este, frente al Rayo, lo ganamos por un resultado excesivo a favor de Atlético si miramos los méritos del conjunto vallecano. Un nuevo escándalo fue el del Albacete, un equipo de Segunda División B que nos ganó 2-1, poco más se puede añadir a esto, pero ese día Manzano sentenció su condena, al menos para la afición. En el siguiente encuentro de la Liga nos volvimos a quedar con cara de tontos al perder contra el Espanyol por 4-2, pero lo peor no fue el resultado, lo peor fue que antes de que se cumplieran los 20 minutos de juego ya ibamos perdiendo por 3 goles. La mañana siguiente nos llevamos un chasco al ver en las noticias que Manzano continuaba al frente de equipo, pero todo parecía indicar que en el parón de invierno se marcharía, ya que la directiva prefería mantenerlo mientras buscaba el sustituto adecuado. A Manzano le quedaban ya solo tres partidos, uno frente al Rennes, otro frente al Betis y un último contra el Albacete. Parecía un fin de temporada tranquilo en el que nos las veríamos con equipos de nivel inferior al nuestro, pero claro no contamos con que bajo las órdenes de Gregorio Manzano todo puede pasar. El primero de estos tres partidos los ganamos con facilidad, pero en el que nos enfrentábamos a un recién ascendido en nuestra casa resultó no salir como esperábamos, el Atlético volvió a caer incomprensiblemente contra un Betis, que pese a ponerse por delante en el marcador cuando nuestro equipo estaba siendo superior, contó con un jugador menos desde el minuto 54, pues esta circunstancia, a priori tan desequilibrante a nuestro favor, no nos beneficio nada gracias a la ineptitud de algunos jugadores y del técnico que antes de dejar la Liga como entrenador del Atleti decidió reirse un poco el la cara de los aficionados quitando a los dos mejores jugadores del equipo, Diego y Arda, consecuencia de esto fue que encajásemos un gol más antes del fin del partido. El fin del primer periodo de Liga ha sido este: Atlético de Madrid 10º en la clasificación con 19 puntos de los 58 posibles a 4 puntos del descenso y a 10 puntos de lograr el objetivo de Champions. En la despedida del equipo en esta primera parte de la temporada, Goyo, decidió dejarnos un último regalo, una de las ya comunes humillaciones a las que nos tenía acostumbrado, pero esta ya llevada al extremo, me estoy refiriendo a la derrota frente al segunda B, el Albacete, por 0-1, en casa y encajando el gol en el segundo 30. Esta derrota tuvo una consecuencia devastadora para el equipo, la eliminación de la Copa del Rey, probablemente la competición en la que más opciones teníamos de lograr un título.
A todo esto habría que sumarle la manera el la que Manzano acabó con una de las estrellas del equipo Reyes, que tuvo un mal gesto en un encuentro y Goyo consideró que el castigo más adecuado era el de acabar con su carrera futbolística en el Atleti. Ahora que está confirmada la destitución del que nunca debió ser entrenador del Atlético, espero que aun estemos a tiempo de recuperar al extremo sevillano.
En el artículo no he hablado de la Europa League, pero hay poco que comentar, quedamos primeros de un grupo en el que no teníamos especiales dificultades.
